Hora de aventura Wiki
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Hora de aventura Wiki

Inglaterra, Londres 1999, 16 de diciembre.

Buenos días, estais leyendo la autobiografía de Jeremías Anderson, soy un inglés normal y corriente, tengo una hermana llamada Sarah Anderson y trabajo en la Universedad Nacional de Londres, justamente hice la carrera de bióloga y ciencia en esta universidad, ahí conocí a Simon Petrikov, el se deleitó mas por la arqueología y los secretos del pasado.

Inglaterra, Londres 2000, 1 de enero.

Ayer celebré la cena de año nuevo con mi mi hermana, Simon y su novia, Betty Grof, yo ya le conocía a ella puesto que hizo la carrera de Ciencias conmigo, ella era una chica muy inteligente y espabilada, en cuanto le presenté a Simon noté como un flechazo de amor surgía de sus miradas. Durante la cena Simon comentó que iba a investigar unas antiguas ruinas en las que anteriormente esos parajes estaban gobernados por varias clases de dinosaurios.

Inglaterra, Londres 2000, 4 de enero.

Estaba estudiando en mi laboratorio la forma de inyectar células de un ser vivo a las partículas de una masa inanimada, en la radio se podía oír una de esas canciones tan modernas se este nuevo milenio, hasta que se interrumpió por las noticias matutinas.

—Está noche dará lugar la reunión internacional de varios países sobre los grupos rebeldes al margen de la dictadura de Korea del Norte, el presidente Obama ya ha comunicado que piensa apoyar el pensamiento anti—dictadura y conseguir una democracia justa, pero se hará con cautela puesto que Korea del Norte tiene un gran arsenal de armas nucleares y...

Apagué la radio indignado puesto que son solo rumores que empieze una tercera guerra mundial.

Seguí trabajando, parece ser que los átomos de los dulces y de las verduras reaccionan mejor, pero en la carne las células jóvenes se podrían alimentar de las antiguas células de el animal ya muerto, pero la levadura que contienen los dulces hacen que las células produzcan otra reacción química...

—!Anderson! —Gritó el señor Claus, rector de la universidad.

—Como está su trabajo de ciencias, ya ha conseguido dar vida a una tetera, jajajajajajaja. —Rió malévolamente el rector.

—Muy bien señor Claus, pero he de irme ya.

—Bueno, bueno hasta otra doctor Frankenstein, jajajajajajaja.

Betty estaba viendo la conversación desde la puerta del laboratorio. Me despedí del rector y fui hacia ella mientras me dirigia a la salida de la universidad.

—No le hagas caso Jeremy, es un completo idiota, no entiendo como llegó a ser el rector, por cierto, ¿que tal tu hermana?

—Si te digo la verdad Betty, no soporto que tenga que mudarse he irse a Alemania, pero supongo que tiene que seguir con su carrera de medicina.

—Bueno estoy segura de que ella de echará de menos, aparte se va el día 15, tienes 11 días para estar con ella.

—Muchas gracias Betty, ¿que tal está Simon?

—Se fue a las ruinas de las que hablamos el otro día, todavía sigue en la expedición pero ayer me llamó y dijo que había encontrado una corona con tres rubíes presiosos, y que no sabía como había llegado hasta ahí esa corona.

—Vaya, nustros caminos se separan, que Simon tenga suerte en la expedición, nos vemos Betty.

—Adiós.

Solo tenía ganas de llegar a casa y descansar de este día tan largo y agotador...

Inglaterra, Londres 2000, 5 de enero.

Estaba intentando resolver el problema que tenía con la investigación, como hacer que las células tomasen forma en la estructura del alimento hasta que recordé lo que me dijo Betty, «pasa más tiempo con tu hermana», salí corriendo del estudio y fui buscando a Sarah por toda la casa, estaba en la cocina preparando la masa de un pastel.

—Hola Sarah, que bien huele, ¿que estás cocinando?

—Estoy preparando un pastel por el descubrimiento que hizo Simon hace dos días.

—Que delicia, ¿te puedo ayudar en algo?

—Ahora que lo dices... Podrías batir la masa y echarle el azúcar que falta, así se absorbe más el sabor tan dulce.

—Claro.

Mientras poco a poco batía y añadía azucar las palabras de Sarah se quedaron en mi mente, «Así absorbe más el sabor»...

—¡¡¡HURRA!!!

Sarah se sobresaltó de mi grito.

—¡¡Sarah la azucar lleva un alto contenido en moléculas que haran que las celulas se concentren al provenir de una materia prima, la caña de azúcar!! Necesito chicle, el chicle lleva un alto contenido en azúcar.

—En mi habitación hay una caja Jeremy, pero es de color rosa.

Cogí la caja de chicles un cuenco y una batidorax lo batí hasta que quedó una especie de masa, esta la lleve a mi estudio y cerre de un portazo.

—Mi ADN, una garga eléctrica y un poco de materia prima y está masa de chicle se convertirá en un genio a mi imagen y semejanza.

Cogí una jeringuilla en la que ponía ADN en su etiqueta se la inyecte a la nasa de chicle, Le añadi azúcar y levadura, cogí el reanimador que usan en el hospital en el que trabaja Sarah, lo frote para acumular carga eléctrica y lo puese sobre la masa, poco a poco esta se fue moviendo y reaccionando.

—¡¡Lo conseguí!!

Mientras saltaba de alegría y dejaba el reanimador al lado de las jeringuillas me di cuenta de una cosa... La etiqueta de la jeringuilla que usé era más larga de lo que parecía, en ella ponía «AND, TEST GENÉTICO UNIVERSIDAD MÉDICA, SARAH ANDRSON»

—No... No puede ser... Este ADN no es mío... ¡¡¡Sarah!!! ¡¡¡Todo mi trabajo se ha ido por tu culpa!!!

—Jeremy yo no quería...

—¡¡¡Cállate, llevo meses trabajando en esto, no sabes el tiempo que he llevado a cabo!!!

—Jeremy...

A Sarah se le empazaban a saltar las lágrimas.

—¡¡¡No tienes ni idea!!!

Sin quererlo rompí la foto familiar en la que saliamos nuestros difuntos padres, Sarah y yo. Me quedé mirando como de pronto se derrumbaba ante mis ojos.

—Fue sin querer...

—¡¡No sabes el tiempo que llevas encerrado en tu laboratorio, desde que ellos murieron te encerraste y a veces estaba días sin verte!!

—Lo... Lo... si...

—Tanto tiempo tratando de fingir que no ocurría nada, siempre aguantando tus constantes quejas con una amplia sonrisa... ¡¡¡Se acabó!!!

Sarah fue a su cuarto y recogió todo lo que pudo.

—Sarah espera...

—¡¡¡Déjame en paz!!!

Sarah cogió las llaves del coche y junto con sus cosas se marcho de la casa. Me quedé mirando a la puerta mientras en el estudio se oían los ruidos de la masa de chicle viviente intentando salir del bol.

Inglaterra, Londres 2000, 6 de diciembre.

Estaba viendo la televisión, todavía sin poder creermelo, y miré al marco de la foto familiar roto en el suelo, y volví a dirigir mi atención a la televisión.

—Informativos Matutinos, con Melissa Smith. Buenos días, empezamos el día con la declaración de guerra de Irak a Inglaterra, Alemania y Francia, puesto que la reunión el 4 de enero fue la declaración de guerra de varios países, Europa quiere acabar con la corrupción en Irak, ya que podría aliarse con Korea del Norte, hoy empezaran a bombardear las capitales de los anteriores países mencionados, y ya se está tomando a cabo la evacuación. Chica de 25 años desaparecida, trabajaba en la Universidad Nacional de Londres, se llamaba Betty Grof, si la han visto marquen a este número.

—¡Betty! ¡La tarta de Simon! Tengo que ir a su apartamento.

—Les dejamos el tiempo con Robert Jhonson. Buenos días, hoy hay una fuerte ventisca pero lo curioso es que sólo es en una de las calles de Londres, el resto del país estará soleado exepto claros nubosos en...

—Pero que demonios está pasando en el edificio de Simon y Betty, será mejor que lleve abrigo.

Cogí mi chaqueta y mire por la ventana, todo soleado pero justo en la calle de Simon había una gran tormenta de nieve.

Salí de mi casa y me dirigí al edificio de Simon y Betty, cuando estaba llegando cada vez me costaba más caminar, agarré fuertemente la tarta y seguí firme, es como si ese viento helado intentará hecharme, hoy era hora punta y mo había ni una sola persona en la calle, Conseguí entrar ye di cuenta que la tormenta provenía del interior de la casa de Simon, intenté abrir la puerta, me quité la mochila en la que llebaba la tarta y la masa de chicle rosa que cada vez se parecía más a Sarah cuando era niña, la masa de chicle abrió los ojos y se puso en pié, era clavadita a Sarah de joven.

—¿Quién eres?

No conteste a la niña dulce y tiré la puerta de Simon abajo.

—¡Simon!

Un hombre de un tono azulado con una barba blanca que estaba sentado en la silla de madera de Simon con la corona puesta giró la cabeza.

—Dios Mio

El hombre empezó a lanzarme rayos de hielo y cogí de la mano a la niña, salimos corriendo, el día se había nublado, la gente había evacuado la ciudad entera y parecía un caos pos apocalíptico, en una tele que había detrás del mostrador de una tienda de electrónica se veía el parlamento de Alemania devastado, envuelto en llamas, La Casa Blanca también había caído por la radioactividad de las bombas norkoreanas.

—Sarah... Sarah se fue a Alemania...

De pronto rompí a llorar.

—¿Te encuentras bien? —Me preguntó la niña dulce

—Has desarrollado la belleza, la inteligencia, y también la bondad de Sarah.

De fondo de oían los zumbidos de unos aviones de bombardeo acercándose. Me escodi en los escombros de un edificio junto con la niña dulce, una de las bombas cayó muy cerca, la niña dulce estaba muy asustada, yo traté de calmarla, una de las bombas cayó muy cerca y la onda radiactiva cayó muy cerca de mí y me hizo caer al suelo, la niña dulce trató de levantarme.

—Escucha, no me queda mucho tiempo, esa onda radiactiva acaba de penetrar en mi cuerpo, no llores, escucha, a ti no te afecta la radioactividad, huye de aquí, crea otros como tu, construye un reino, intenta evitar los problemas que los humanos nunca pudimos... Princesa.... Dulce...

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