Hora de aventura Wiki
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Hora de aventura Wiki

(Continuación de «Memorias de Jeremías Anderson» con la Dulce Princesa en primera persona)

Estaba asustada mientras lloraba al lado de Jeremías, las bombas había acabado ya con los edificios, me dispuse a continuar y cumplir su promesa, crear un mundo mejor, cogí la fórmula para dar vida a los dulces y unas fotos de su cartera. Encontré una gran sábana blanca y tape a Jeremías con ella.

Me costó separarme de él, tenía miedo por lo que podría haber en ese páramo pos apocalíptico, me dispuse a caminar, el frío se colaba en mi cuerpo.

Empecé a oír un silbido, cada vez se oía más fuerte, miré a los lados pero no vi a nadie, miré hacia arriba y lo vi, un gran avión de guerra, diferente a los demás por su gran tamaño y sus cuatro hélices se alzaba en el oscuro cielo, encontré un sótano que había sido descubierto por la caída de un edificio, de inmediato me escondi ahí, solo me dio tiempo a ver como el avión soltaba una gran bomba de enorme tamaño.

Una gran explosión sonó en el exterior, por poco tira abajo la escotilla del sótano, que ya parecía un búnker, asomé solo los ojos para ver lo que pasaba, si creía que Londres no podía estar más devastada, me equivoqué, la bomba había dejado una onda radiactiva de dimensiones catastróficas, de pronto, el Big Beng empezó a inclinarse hasta caer en medio del Támesis, provocando una gran ola por esa zona.

La radioactividad de la bomba no había dejado vida, de repente, una figura empezaba a levantarse de la sábana con la que tapó a Jeremías, esta cada vez se hacía más y más grande, hasta que ka sábana se deslizó al suelo.

No me lo podía creer, Jeremías se había convertido en una especie de zombie diabólico, al instante bajé la cabeza y dejé cerrar la escotilla.

—No puede ser, vi como fallecía, sea lo que sea esa cosa, no es un ser vivo.

Volví a levantar la cabeza, ya se había marchado, dejando un rastro de muerte y devastación a su paso.

—Tranquilizante, aunque él se haya convertido en un monstruo sigue estando ahí, recuerda tú promesa.

Metí la mano en el bolsillo y encontré su foto, la observé durante un rato y salí del sótano con aire decidido.

—A ver, lo primero es crear más personas como yo, gente que me pueda ayudar a realizar mi objetivo.

Giré la cabeza en busca de algo, y vi una pequeña tienda 24 horas que no estaba completamente en ruinas, estaba lejos, puesto que esa especie de zombie no había dejado rastro de vida a su alrededor, caminé hasta llegar a la tienda.

—Debe de haber algo con lo que pueda realizar el experimento...

Había una puerta que daba a la sala de descanso, allí por suerte había una pequeña pequeña cocina, en la que al menos podía dar vida al primer habitante de mi reino.

Cogí la cacerola más grande que había, intenté imitar los ingredientes de la formula de Jeremías con los artículos de la tienda, solo me faltaba la carga eléctrica...

—¡¡¡Ya sé!!!

Cogí la linterna de emergencia (no podía usar los aparatos conectados a la red electrónica puesto que los operadores eléctricos habían dejado de trabajar) conecte sus cables con las pilas y el otro extremo de los cables lo conecté a la masa.

—Solo falta un poco de mí.

Cogí un trozo de mi pelo y lo añadí a la masa.

—¡Vamos funciona funciona!

La masa no se levantaba, era similar a la princesa pero no tomaba forma.

—¡¡Corcholis, la levadura, como se me ha podido olvidar, sin ella no puedo moldear su forma humanoide!! (Adivinad quién es este intento fallido de la princesa, solo aparece en un cap de la serie, dejaré la solución en los comentarios)

Tuve que dejar la masa en la ventana de la tienda, al lado de unas sopas de pollo en oferta, repetí el mismo proceso está vez añadiendo levadura.

—Mmmm, creo que no seguiré quitando partes de mi biomasa, si sigo así no me quedará chicle en el cuerpo.

Fui buscando algo parecido al chicle en la tienda pero sólo encontré una gran cantidad de caramelos de menta, aunque si lo pensáis estaba bastante bien para una tienda 24 horas.

Fundi los caramelos para poder unirlos, lo mezcle con la masa que hice antes y le di la descarga eléctrica.

—Por favor que funcione por favor —Decía mientras cruzaba los dedos y cerraba los ojos fuertemente.

Una figura se levantaba del caldero con un aire inocente y enternecedor.

—¡¡Hurra!! Te he hecho con caramelos de menta así que te llamaré... ¡Mentita!

—¿Quién eres?

—Yo te he creado Mentita, nuestro propósito en este mundo es crear un nuevo reino en el que no existan las guerras, esa es nuestro deber.

—Vaya, y porque nosotros.

—Porque somos especiales, nosotros prometimos crear un mundo mejor.

Continuará...

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